
Entro a lo que fue nuestro hogar, tus recuerdos juegan conmigo y se enredan en cada rincón de la casa, están en todas partes… en la escalera, en el patio, en todos lados, donde quiera que esté siempre hay algo que delata tu ausencia.
Todo está tan callado sin ti, todo está tan frío que la chimenea pareciera no querer calentar, que los leños en el fuego parecen no quemarse, que se mantienen impávidos sin desvanecerse como una vieja pintura de un hogar que fue feliz.
¡Cómo las tardes rojas de Baja Navarra son tan tristes sin ti!, tan monótonas, tan iguales una a la otra que vivir una siguiente no quiero. Como te extraño mi amor, sin ti soy tan débil, sin ti siento que no tengo vida. Sin ti a mi lado, mí amada esposa, no tengo animo de vivir.
Veo tus ropas, tus libros, tus fotos... eras tan bella, tan angelical, tan perfecta que me niego a creer que ya no estaremos juntos.
Aún veo tu rostro inmaculado con esa sonrisa que me derretía, con esos ojos felices y soñadores en los cuales me perdía, que no puedo creer que ahora sólo la oscura tierra pueda abrazarte, que sólo maderas te protejan y que sólo un velo bese tus preciosos labios. Maite zaitut Laztana Maitexu, te amo… te amo demasiado, pronto estaremos juntos.