Friday, February 03, 2006




El Canto de un suicida.

By Me

"Tú coges mi mano y ambos caemos;

Con tus alas me abrazas y ambos nos hundimos;

Con tus labios me guardas, mientras ambos nos ahogamos..."

El Viento helado acaricia mis pálidas mejillas adormeciéndolas suavemente, como una joven madre acunando a su pequeño hijo. Con sus largos brazos moldea mis ropas una y otra vez, parece un viejo alfarero que nunca esta satisfecho de su obra. Luego con sus pesadísimas manos peina uno a uno mis negros cabellos, como un padre orgulloso.

El Viento helado.. mi eterno amigo, ¿ Cuantas veces caminamos juntos por las calles oscuras y tristes de Valparaíso? o ¿Cuantas veces ahogamos nuestras lágrimas rojas en nuestras copas escanciadas por la Melancolía?... Aún ahora eres mi única compañía.

¿ Y Tú Luna, Por qué te alejas de mí y me miras con tristeza?. Os tengo más cerca, pero en vez de correr a mí como una amante me miras lacónica y reticente. Alargo mis delgados dedos para tocarte, pero huyes presurosa escondiéndote entre las nubes, aquellas nubes que te visten y desvisten cada vez que pasan acentuando tu sepulcral belleza. Oh mi tierna Luna, no lloréis escondida en el cielo, pensad que me tendréis más cerca.

Y vosotras estrellas, !levantaos!, ¡alzad vuestra luz e iluminad como hacéis siempre!, alegraos y no levantéis endechas en mi nombre, habrá miles de jóvenes poetas que nacerán y os cantarán en versos más bellos y menos tristes, y pronto olvidaréis mi nombre...

¡Oh Majestuoso Mar, acógeme en tu regazo como uno de los tuyos y envolvedme en tus mantos cual mortajas por siempre!. El cielo ya empieza a llorar y mis pies cansados de sostenerme al borde de este precipicio se deslizan suavemente, siguiendo a mi cuerpo que ya descansa sobre el aire...

Aquelarre de Vampiros